A veces prefiero perder un poco más de tiempo en la cocina, y realizar casi con el mismo esfuerzo, dos recetas, o más cantidad de la misma, con el fín de dejar preparado para otra ocasión.
En este caso, voy a congelar una tarta hecha, para que simplemente con sacarla del congelador un poco antes, podamos hacer una celebración en un dia especial.
Sin necesidad de pringarnos en la cocina, y así tener ese tiempo para arreglarme o maquillarme o simplemente para estar más relajada y disfrutar de la compañia y la celebración
Podeis pinchar este enlace y vereis como hice con un mismo BIZCOCHO DE NARANJA hice dos tartas:
TARTA DE NARANJA Y MELOCOTÓN
que fue la que congelé y la
TARTA DE NARANJA CON CREMA DE AVELLANA EN CHOCOLATE
que nos comimos al día siguiente.
La primera la teneis delante, en la foto, envuelta con el papel de horno, aprovechando el que usé para hornear el bizcocho.
La segunda la teneis en el fondo, precintada con una película de plástico transparente, que se irá a la nevera para el día siguiente.
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