Contribuye a asimilar las proteínas y los carbohidratos y es esencial para el funcionamiento de las enzimas y producción de energía.
Cumple un papel fundamental en nuestro sistema inmunológico.
Y como dice el dicho: poco es bueno, mucho es malo, un exceso en zinc provoca que los radicales libres y sus terribles efectos tiendan a multiplicarse.
Dónde encontrarlo en nuestra dieta:
en la calabaza y sus semillas.
Espinacas
En las semillas de Sandía (tendrás que trituradas). Echa un vistazo a mi entrada o mejor amplia información sobre ellas.
Hongos blancos (cocidos mucho mejor)
Cacahuetes.
Mantequilla y harina de sésamo.
Chocolate negro y sin azúcar (65% de la cantidad diaria recomendada la tienes en 100gr)
Germen de trigo (en 200gr tienes más del 100% de la c.d.r.)
En las carnes, en el magro o hígado de cordero y ternera.
Del mar, el cangrejo, y mucho cuidado con las ostras por su alto contenido (puede tener hasta un 1000%).
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