CARACOLES

 

Ya hice una entrada en mi página de Facebook por allá el 2015 sobre los caracoles. Recuperando la receta de mi padre, cuando observábamos cómo alimentaba, purgaba, limpiaba; antes de estresarlos para retirarles la mayor parte de la baba y por último engañarles y cocinarlos en una salsa buenísima. 

Aquí te dejo un resumen, porque ahora, además de cocinarlos por sus propiedades gastronómicas, aprovecho la baba, también por las mismas propiedades para la piel. 

He hecho también otra entrada BABA DE CARACOL, en ella me centro en sus propiedades cosmetológicas, y por lo que decidí aprovechar la baba para mis jabones. 

Son de la familia de los gasterópodos, saludables y nutritivos; no aportan casi calorias y sí elevado contenido en hierro proteinas y omega3. También dicen que aporta vitaminas A, B9, B2, B12 y E y contienen magnesio, potasio y sodio.

La baba de caracol tiene alantonina, una sustancia activa natural empleada para favorecer la cicatrización de heridas y úlceras, reconstruye tejidos y soluciona problemas gástricos y respiratorios (como la cicatrización de úlceras y expectoración)

Manjar de época griega y romana, aquí  os dejo lo interesante para que os animeis a cocinar los CARACOLES EN SALSA, aunque en mi zona es costumbre incorporarlos en los gazpachos y arroces. 

PREPARACIÓN DEL CARACOL

1 Cuando traigas los caracoles vivos, les pones en un recipiente humedo con pan rallado para que coman y se purguen. Los vas limpiando y renovando el pan hasta que se purguen (dos dias aprox.).

2 Los enjuagas bien y en el recipiente los hundes en agua muy salada y los vas removiendo continuamente con las manos. Verás como van soltando el moco porque el agua se irá haciendo espesa. Si es necesario repite la operación dos o tres veces para dejarlos bien limpios y sin babas.

3 Colocalos en una cacerola muy amplia en el fuego muy muy lento, sin prisas se irá calentando el agua y de esta forma engañas al caracol que irá saliendo de su cascarón y cuando se quiera dar cuenta está todo fuera, inmovil y bien engañado. Ya le puedes dar un hervor. Desecha el agua. 

Si quieres ver el proceso de cómo se preparan los caracoles, pincha el enlace y te llevara a mi página IAIA YEYE en facebook.  

Aquí solo te dejo la literatura:

Voy a intentar explicaros cómo he pasado mis jornadas ecológicas. A la memoria de mi padre y de los que nos han dejado hace poco... ¡siguen vivos con nosotros! 

Primer día: Fuimos a la huerta y cosechamos. Esta vez apio y caracoles. Después de la lluvia y el granizo estaban más que limpios. 

Los dejé que siguieran siendo caracoles FELICES, mientras preparaba el apio, el pan y otros menesteres.

Segundo día y siguientes: como quería que siguieran siendo caracoles felices, decidí NO dejarles en AYUNO, y pasar directamente a PURGARLES. Una buena limpieza intestinal es una buena profilaxis. Para nosotros y para los caracoles. 

Mi padre me comentaba que mejor con pan rallado porque con la harina les daba cólico y se deshidrataban. Así que yo ya había rallado pan y le había añadido apio. El apio también es depurativo. Para los caracoles y para nosotros. BIEN SANOS además de felices... 

¿veis que felices? comen, duermen, se sociabilizan, ¡no están en ninguna cárcel, hasta si quieren se pueden ir de excursión... mi padre me enseñó a "mimarlos": les das de comer, los mantienes limpios... 

siguen felices... aquí recién salidos del baño... 

y aquí con su habitación bien limpia...

aquí como si hubieran escalado al monte Everest. Llegaron a la cima.

Los que van llegando... premio! otro baño y otro lugar... Y ahora... un poco de estrés... con agua y sal... 

Me vais a perdonar pero el paso para sacar la baba del caracol, no la he fotografiado. Creo que a nadie nos gusta que nos hagan una foto en el gimnasio...¡ sudando! Bueno. Después de un poco de estrés un nuevo baño, bien limpios y un buen rato de relajamiento... Siguen siendo FELICES ¿o no? 

y ahora mirad si siguen siendo felices... están en la olla bien limpios, en cuanto veáis que se van despertando y tengan ganas de pasearse, les calentéis muy poquito el agua... a fuego muy mínimo, como si fuera que va saliendo el sol Y ahora toca... ENGAÑARLOS! Tapáis el recipiente para que no se salgan, y al rato veréis que han salido todos y se han ido al otro mundo sin enterarse... 

Subís el fuego y hacéis un primer hervor. Desecháis el agua. Laváis. 

Y ya están listos para la PREPARACIÓN. De nuevo limpios y con agua. Hervis de nuevo unos minutos con hiervas del monte o la huerta, para darles el toque del monte. 

Ahora podeis congelarlos si quereis. o dejarlos para cocinar. En este caso, mañana un amigo cocinará un arroz a la leña. Otros he congelado para el gazpacho manchego que haré cuando venga mi hija y el resto para comerlos en salsa. Y fin de las jornadas ECOLOGICAS y a favor de la cadena alimenticia... 

Los caracoles dicen que tiene alantonina y que está indicado para la cicatrización de heridas y úlceras... así que OS DESEO una feliz digestión... 

... a la memoria de mi padre que me enseñó, y por extensión a los que nos han dejado y siguen con nosotros. Por aquellas tardes en la mesa camilla con dos platos ondos. Uno que se iba llenando de caparazones vacios y el otro que se iba vaciando del plato cocinado. Al resto de familia que compartimos mesa y naturaleza. Es un canto a la Naturaleza que nos da todo. HASTA EL MERECIDO DESCANSO. 

otros enlaces:

http://caracolesmarin.es/propiedades-del-caracol

http://arteysabor.com/propiedades-los-caracoles/

https://www.lavanguardia.com/comer/materia-prima/20190404/461429527767/caracoles-propiedades-beneficios-valor-nutricional.html

https://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/sevi-cuales-beneficios-comer-caracoles-201903050823_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.bing.com%2F