Vitamina
C por excelencia. Y de nuestra tierra.
Contar con un sistema
inmunitario fuerte es importante. Y es muy sencillo. A veces recordar
a nuestros abuelos y padres y su menú mediterráneo nos da ideas.
Las naranjas era la
fruta por excelencia. Junto con las manzanas y los plátanos.
Naranja y vitamina C
está siempre en la misma frase cuando nos daban los zumos naturales.
Todo un privilegio.
- Vitamina C o ácido ascórbico es un agente presencial múltiples tratamientos o productos del supermercado. Si como dicen:
- Contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario y lo estimula, para combatir la mayoría de las enfermedades,
- Influye en el metabolismo, equilibrando el funcionamiento celular y manteniendo a raya la fatiga.
- Actúa como antioxidante, al proteger las células contra los daños causados por los radicales libres, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta, retrasando el envejecimiento.
- Produce colágeno, una proteína necesaria para unir los tejidos conectivos, como músculos, tendones, ligamentos, piel, huesos, cartílagos.
- Mejora la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal.
- Fortalece los tejidos, los músculos y los huesos.
- Protege el cerebro del estrés oxidativo y de los procesos degenerativos.
Aprovechamos
todo: cáscara, gajos y zumo, incluyendo la capa interna de la piel,
que aunque amarga, tiene también la vitamina
C que la identifica.
Dice Wikipedia que
100 g de producto contienen hasta el 90 % de las
necesidades diarias. También contiene sustancias no-nutritivas entre
las que cabe destacar la presencia de fitoquímicos, tales
como flavonoides (con
efectos
antioxidante, antiinflamatorio y antitumoral)
y limonoides (anticancerígeno).
Nos
ayuda a reforzar nuestras sistema
inmunológico para prevenir
el resfriado y la gripe. Y
como es antioxidante, controla el proceso de envejecimiento. Esta
misma vitamina nos ayuda a absorver los minerales esenciales.
La
piel:
triturada o rallada se utiliza en diferentes recetas de dulces,
sustituyendo a la ralladura de limón. Sin olvidarnos de lavarla bien
antes de utilizarla.
Los
gajos,: en
ensaladas o macedonias. Nos aportan
fibra natural que nos ayuda en nuestra digestión y
en la prevención del estreñimiento.
Es
un potente antioxidante, son bajas en calorías
y en hidratos de carbono.
En
zumo: una
forma muy saludable de hidratarnos al tiempo que es
una fuente de muchos nutrientes en los que destaca la vitamina C, el
folato y el potasio. Y dicen también los expertos que nos ayuda a
asimilar el hierro, fósforo
y magnesio
y el calcio.
Por
tanto, se beneficiarán nuestros huesos y si es necesario combatirá
la anemia.
Recetas
que puedes hacer con naranjas
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